Desde la elección de Donald J. Trump, varios grupos demográficos residiendo en los Estados Unidos se han preocupado por las implicaciones inmediatas que tendrán las políticas de la nueva administración. Si el nuevo presidente intenta cumplir con la serie de promesas que hizo durante la campaña electoral, entre ellas la deportación masiva de millones de personas indocumentadas, muchos tienen razones por las que temer.

El gobierno estudiantil de la universidad de Wisconsin Madison ha pasado una resolución exigiendo al canciller y presidente del sistema universitario del estado declarar todo sus instalaciones como colegios santuarios. Para ayudar a los estudiantes que ingresaron al país ilegalmente como menores de edad.

Si es aprobada, significaría que los universitarios no están obligados a proporcionar información a autoridades federales migratorias en cuestiones de deportación.

Las autoridades federales serían prohibidas visitar universidades para detener a estudiantes y la policía de la universidad estaría prohibido trabajar con autoridades federales migratorias.